POLARIS SCRAMBLER 500 4X4
autoquad
6 junio, 2020
Polaris, Pruebas ATV
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Este artículo está extraído de la web quadszone.com. Su autor es Toni Giménez, creador de dicha web.
POLARIS SCRAMBLER 500 4X4
A medio camino entre un quad deportivo y un atv, el Scrambler 500 4X4 se defiende como el mejor ante cualquier obstáculo que se interponga en su camino, ocupando un escalón que nadie más ha sabido rentabilizar y que le otorgan la duda razonable de nombrarlo “el quad ideal” para cualquier tipo de usuario que busque comodidad, facilidad de conducción y tracción total desconectable para las situaciones difíciles. Un auténtico todo-terreno.
Polaris Scrambler 500 4X4: se atreve con todo
En el momento de escribir este artículo, el Polaris Scrambler 500 4X4 ya no es una referencia en su sector ni está abanderado por una línea de vanguardia o un equipamiento sin igual. Su placa de matrícula, con la inicial de la provincia y aquellas famosas letras de VE en rojo, delatan los años pasados al servicio de unos caminos en el monte y una diversión asegurada para su propietario. Los plásticos están algo arañados y descoloridos por el uso y en sus carnes se adivina algúna que otra salida de pista por los excesos de fogosidad de su piloto. Sin embargo, y haciendo caso a aquel dicho de que el que tuvo, retuvo , el Scrambler 500 ha ocupado un lugar en el mercado que ningún otro fabricante ha sabido aprovechar en su beneficio: un deportivo con tracción 4X4 desconectable, un auténtico salva obstáculos.
Con esta filosofía, Polaris te ofrece un quad capaz de hacerte sentir las sensaciones más puras de un deportivo fácil de usar gracias a su tracción trasera y cambio automático que harán que te despreocupes del posible embrague y de engranar marchas y al mismo tiempo tendrás un atv al que podrás conectar la tracción total para que te saque de los sitios más embarrados o te suba por esa trialera imposible. Son los ases que este Scrambler esconde bajo su manga. Sin duda, una máquina que no dejará indiferente a nadie y que te sacará de cualquier apuro en el que te encuentres gracias a su filosofía de auténtico todo-terreno.
Al detalle: a pesar de la unidad probada es del año 99, el equipamiento que presenta el Scrambler se lleva una estupenda nota por los muchos detalles que aporta. En la maneta izquierda encontramos un sin fin de botones con los que gobernar a la máquina: intermitentes, luces largas y cortas, arranque eléctrico, interruptor de paro, claxon y el pulsador de Override que nos servirá para limitar la potencia de la marcha atrás. En la maneta derecha un único interruptor que conecta/desconecta la tracción integral. Sobre el depósito, el estarter manual acompañado del clausor para la llave del contacto y testigos luminosos para el punto neutro, la marcha atrás y exceso de temperatura. El tapón del depósito lleva incorporado un testigo de nivel de combustible de escasa fiabilidad ya que funciona a través de un simple sistema de flotador sobre el combustible que se mueve en exceso y no ofrece una lectura fiable. En el centro del manillar se instala un cuentakilómetros analógico con display digital que nos muestra las indicaciones en millas principalmente y en kilómetros como elemento secundario.
El arranque eléctrico lleva un segundo sistema de arranque manual por tirador por si la batería fallase.
En sus similitudes con los ATV y el resto de quads de Polaris, el Scrambler tiene unas estriberas cerradas con el resto de los plásticos del quad que evitan que el piloto se ensucie o que pueda sacar el pie fuera del quad de forma que resulte peligroso. El ajuste de los plásticos no ofrece una calidad muy buena y se desajustan con el paso de los kilómetros. En el manillar también se encuentra el grupo óptico formado por dos faros convencionales que ofrecen una buena luz. En el apartado de suspensiones, el eje trasero es rígido e incorpora un monoamortiguador mientras que en la parte frontal se montan sendos trapecios con amortiguadores independientes tipo McPherson. Los frenos son de disco en ambos trenes.
Rodando: del Scrambler se debe destacar que es un quad grande, con unas medidas propias de los ATV y que apenas diferencia de ellas con los modelos del resto de la gama. Al subirte en él, tienes la sensación de estar ante un gran vehículo. Sin embargo, la posición de conducción no me resultó cómoda. El asiento ofrece un buen mullido pero el manillar queda muy alto y obliga a avanzar el cuerpo, dejándolo en una posición rara respecto a lo que se espera de un quad deportivo. Aún así, rápidamente te haces con él y te habitúas a lo que tienes. Busco el botón mágico para arrancarlo pero no lo veo, bueno, sí que lo veo pero no funciona. Esto se debe a la falta de costumbre con el mando utilizado por Polaris. Mientras que la tradición de los arranques eléctricos pasa por un pulsador, en Polaris se optó por un interruptor de accionamiento y corte de encendido que también actúa de pulsador de arranque. Para hacerlo, debes accionarlo hacia arriba y el Scrambler se pone a rugir sin problema ninguno. Es la falta de costumbre.
Una vez aceleramos, el Scrambler empuja con mucha fuerza, los caballitos son relativamente fáciles de hacer al salir desde parado pero su entrega de potencia no desfallece en ningún momento y entrega caballos a todo régimen. Circulando con tan sólo la tracción trasera, las reacciones son las típicas de cualquier quad deportivo, siendo fácil el provocar la cruzada del tren trasero a nuestro antojo con un simple golpe de gatillo para volverlo a la trayectoria deseada cuando sea necesario. Cuando activamos la tracción total, el hecho de que las ruedas delanteras también sean motrices no entorpece mucho la marcha a diferencia de otros atv´s en los que la dirección quiere salirse de la trazada porque la conducción se vuelve forzada. Con el Scrambler, ambas opciones son buenas y la tracción total te aporta la ayuda necesaria para circular a un ritmo mayor con la confianza de no perder tracción bajo ningún concepto.
El paso por curva es muy bueno y tanto el peso como las medidas y unas ruedas más grandes juegan a su favor para darle una mayor estabilidad frente a los numerosos baches e irregularidades del camino frente al resto de quads deportivos. Sin embargo, este peso también hace que frente al resto de vehículos de la competencia, en tramos revirados no tendrá la misma agilidad para cambiar de trayectoria una y otra vez. Con el 4×4 activado podremos subir por aquellos sitios donde la tracción trasera se muestra insuficiente y afrontar trialeras y pasos de rio con mucha garantía de éxito frente al resto de quads deportivos, todo un logro. Este mayor peso (259 kg), que puede llegar a ser de unos 100 kgs de diferencia frente a otros modelos deportivos de similar cilindrada lo convierten en un modelo totalmente descartado para afrontar saltos.
El sistema de frenada esta compartido en gran parte de la gama Polaris y si bien disponemos de un pedal derecho para detener el tren trasero, en el manillar tan sólo encontraremos una única maneta que actúa sobre las 4 ruedas, es decir, un sistema de frenada integral que lleva un poco de tiempo acostumbrarte a él y que aunque se muestra correcto en todo momento, el no poder disponer de una frenada independiente le resta emoción a la conducción. Los amortiguadores muestran un tarado más orientado al sorteo de obstáculos que a la conducción rápida ya que la comodidad impera en todo momento gracias al gran recorrido de los muelles y a un tarado duro.
En resumen, el Scrambler 500 es un quad fácil e intuitivo de llevar y una opción muy recomendable para aquellos que busquen la sencillez de manejo del vehículo y las largas excursiones sean su preferencia.
Con el paso de los kilómetros (por José Eloy): la unidad que hemos probado tiene ya 9.000 kms a sus espaldas y no ha dado apenas ni un problema. Entre los que se puedan citar, la tapa del variador se ha tenido que cambiar, un mal típico de estos Polaris que con el paso del tiempo se deforman por el calor y dejan de hacer su función. No se le han hecho ni los cojinetes del quad aunque se ha llevado un mantenimiento de los mismos, engrasándolos habitualmente.
La dirección ha cogido un poco de juego por desgaste. En líneas generales, el Scrambler tiene un motor que empuja mucho y es muy dócil, incluso con el 4X4 accionado, ya que se trata de un sistema magnético que facilita que las ruedas sigan con dirección a diferencia de otros modelos de atv´s, este sistema sólo tracciona cuando las ruedas pierden adherencia. Con los kilómetros que tiene, ni siquiera gasta aceite. Lo que hay que destacar básicamente es la robustez del conjunto y sus cualidades en la montaña ya que tienes un quad deportivo pero a la vez también tienes un atv para las zonas más complicadas.
Nos ha gustado:
• Fácil manejo
• Capacidad motriz
• Aptitudes todo-terreno
A mejorar:
• Ajustes de plásticos
• Peso
• Sistema de frenada
FICHA TÉCNICA
MOTOR:
• 4t, 1 Cilindro.
• Cilindrada: 499cc.
• Potencia max según fabricante: 38 CV
• Refrigeración: Líquida.
• Distribución: 4 Válvulas.
• Encendido: CDI.
• Arranque: Eléctrico + tirador.
• Alimentación: Carburador de 40mm.
• Estárter: Sí, manual.
TRANSMISION
• Embrague: Automático/centrífugo.
• Caja de cambios: Automática por variador.
• Marcha atrás: Sí.
• Reductora: No.
• Tipo de tracción: Trasera y 4X4 (desconectable).
• Transmisió secundaria: Cadena.
CICLO
• Bastidor/material: Doble cuna de acero.
• Suspensión del./tras.: Independiente McPherson/Monoamortiguador.
• Recorrido del./tras.: –
• Freno del./tras.: 2 Discos/1 Disco.
• Neumáticos del./tras.: 23×7-10/22×11-10.
DIMENSIONES Y PESO
• Largo/ancho/alto:1.892/1.156/1.194
• Distancia entre ejes: 1.232mm.
• Altura del asiento: 832mm.
• Distancia mínima al suelo: –
• Peso declarado: 259kg.
EQUIPAMIENTO
• Instrumentación: –
• Depósito de combustible: 13.2 litros
• Freno de estacionamiento: Sí
• Llave de paso depósito: No.
• Colores disponibles: –
• Garantía piezas y m.o.: 2 años.
• Precio: 9.750 euros