GAS GAS WILD HP 450 2003

Este artículo está extraído de la web quadszone.com. Su autor es Toni Giménez, creador de dicha web.

Ya está lista en la sección de taller la crónica de este quad deportivo, el más completo de serie, que no tiene rival en cuanto a relación calidad/precio se refiere. Sus más de 50 caballos harán las delicias de cualquier usuario que se quiera domar a esta fiera.

Desde la puesta en escena del Gas Gas Wild en su versión de 2 tiempos, todos los ojos han estado puestos en esta versión de válvulas porque desde un principio se anunció una elevada potencia para una cilindrada contenida y un conjunto de quad sorprendente.

A pesar de que la sorpresa general es menor porque el modelo es idéntico en ambas motorizaciones, el Gas Gas Wild 450 4T no deja de ser el mejor quad del mercado en cuanto a precio-prestaciones-equipación. Este modelo se presenta como “full equip”, algo insólito hasta la fecha en el mundo de los quads y con algunos detalles mejorados desde el inicio de producción de la versión 300 2T.

Para empezar, comentar que este quad tiene unas medidas muy buenas, pareciendo más pequeño de lo que es y que permite acoger a pilotos de gran envergadura sin problemas. La posición de conducción es buena y muy cómoda, todos los mandos están bien situados y se accionan con facilidad.

En el apartado de equipación, la lista es interminable, contando con absolutamente todo lo necesario para que el usuario no tenga que gastarse ni un céntimo en extras. Este modelo viene equipado con claúsor, luces, intermitentes con botón de posición “warning”, cuenta-kilómetros digital con indicador de los kilómetros totales, parciales y la hora, testigos de luces, gasolina, aceite e intermitentes, botón de ráfagas.

En el apartado general cuenta con un depósito de 21 litros, cerradura para el sillín, amortiguador de dirección, estriberas dentadas e inclinadas para no perder adherencia con parrillas reposapiés, corta-corriente tipo «hombre al agua», puño de gas, embrague hidráulico, amortiguadores Öhlins de doble muelle delanteros y simple trasero, frenos de disco con pinza de doble pistón de la casa Brembo, tanto delanteros como traseros, con latiguillos metálicos, las llantas corren a cargo de Douglas Wheel, de aluminio y sus neumáticos son unos ITP de 21X7-10″ para los delanteros y 20X11-9″ en el caso de los traseros, igual que en su hermano de 2 tiempos. También equipa cubre-cárter y disco completos de aluminio.

En el apartado de motor, debemos destacar ante todo que sus 450 cc están alimentados por inyección electrónica y no por carburador, con lo que nos olvidaremos del famoso starter para arrancarlo en frío y de tener que modificarlo en función del terreno por el que vayamos a circular. A partir de esta premisa, el arranque será eléctrico aunque se ha mantenido una palanca para hacerlo mixto. Debajo del sillín se aloja la pequeña batería y la caja de fusibles que corresponden a la instalación eléctrica. El depósito del aceite incorpora dos controles de nivel visuales, uno mínimo y otro máximo. Todo un acierto.

El escape montado es de la casa Arrow y ante todo da una presencia brutal al aspecto del quad, queriendo indicar en todo momento que va a rugir con ganas en cuanto giremos el gas.

Entre las novedades que se pueden observar en relación al modelo 2 tiempos, o mejoras que se han realizado, encontramos una pequeña y práctica caja tubular alojada en la parte frontal del quad, detrás del parachoques para llevar las herramientas indispensables puesto que debajo del sillín se ha perdido el espacio de la batería.

Además, al probar el Wild 300 hace unos meses, comenté que uno de los fallos tontos y fácilmente solucionables que tenía aquella máquina era que, al arrancar, siempre pegabas con el talón de la bota en el aletín trasero. Ahora, disponemos de arranque eléctrico, pero en el caso de tener que usar la palanca, detrás del aletín se han montado unos protectores de plástico para que no se escape el pie hacia detrás, tanto al arrancarlo como al ir en marcha, similar al de los modelos japoneses.

Por otro lado, el sencillo freno de parking que monta que es eficaz al 100X100 pero que también daba problemas en la unidad probada de 2 tiempos, ahora ya no se movía ni encallaba, con lo que su accionamiento se mostró siempre perfecto, sin fallos.

Llega el momento de arrancarlo: giramos la llave y le damos al botón. El puño de gas presenta un pequeño botón que sirve para dar un punto más de gas mientras tenemos el quad frío para que suba un poco de vueltas y se caliente antes, desclavándose en el momento que volvemos a girar el mango hacia su posición de reposo. Ante todo decir que el sonido es precioso, porque no suena suave como cualquier quad de serie ni a escape libre como algunos tubarros del mercado.

El Arrow sencillamente suena a «potencia contenida», algo que enseguida comprobaremos que es cierto: la sensación de pilotar este quad no es nueva, pero el motor tiene una respuesta inmediata, con unos bajos y medios asombrosos, quizás se echan en falta un poco más de potencia en altos, lo que no quiere decir que este quad no corra, porque el Wild 450 alcanza unas cifras de 140 kms/h cuando llanea sobre asfalto, algo digno de cilindradas más grandes y con preparaciones incluidas.

Sobre tierra, los caballos afloran con tan solo girar el gas y por más que se le haga hacer derrapar, el comportamiento es noble ante todo. En línea recta, el quad no se movía del sitio por más gas que se le daba, con la misma sensación de un embrague que patina, que sube de vueltas y no acelera, eso parece ocurrirle al Wild, porque es fácil hacerlo derrapar en cualquier marcha y ver que el quad no avanza.

La caja de cambios, de 6 marchas, muestra un escalonamiento muy bueno y su embrague, con la bomba hidráulica tiene un tacto suave y preciso, sin las durezas típicas de las manetas con cables.

La amortiguación es sin duda la mejor que se monta en un quad de serie, lo que no significa que su comportamiento sea el perfecto. Para un usuario normal, el comportamiento de los Öhlins se mostrará perfecto y muy superior a los de cualquier otro quad de la competencia pero el hecho de tener unos trapecios tan grandes delanteros le resta efectividad al recorrido de dichas suspensiones. Precisamente, son estos trapecios los culpables de la gran estabilidad que tiene este quad. El Wild perdona muchos errores de conducción que en otros quads se pagan con volcadas o salidas de pista.

La exagerada anchura del tren delantero se convierte en un arma de doble filo porque da una estabilidad y seguridad pasmosas a este aparato en pistas y curvas anchas pero lo hacen más perezoso en las zonas reviradas, donde la dirección tiende a enderezarse y las trazadas se dibujan con un mayor esfuerzo físico y a golpe de gas. El chasis también es el culpable de su buen comportamiento, dejando que el piloto gobierne el quad a su antojo.

De los frenos, poco hay que comentar: mi sincera opinión es que siguen siendo los mejores del mercado, tan solo seguidos de cerca por los que equipa Polaris en su Predator. Tienen un tacto muy bueno y las pinzas Brembo de doble pistón serie oro se encargan de detener al Wild 450 en una distancia mínima y con el mínimo esfuerzo. Con un solo dedo podemos hacer unas apuradas de frenadas increíbles para corregir o detener la trayectoria elegida. El freno trasero tiende a bloquearse con facilidad debido precisamente a la potente mordida que tiene.

Entre las pocas cosas negativas que se le podrían echar en cara, tan solo destacar que el alojamiento del filtro del aire debería estar (en mi opinión) cerrada herméticamente y que la unidad probada presentaba puntos de óxido en la mayoría de sus juntas del chasis, un problema que arrastra desde hace el inicio de la fabricación de estas unidades y que parece ser que Gas Gas ya han solucionado en las de nueva entrega con la aplicación de una doble capa de pintura.

Poco más queda por decir más que no se encuentra en el mercado otro quad deportivo que en su relación precio/calidad ofrezca tantas cosas como este Wild 450 cc y que encima el precio final se queda por debajo de la competencia, en la barrera de los 9.000 euros, ¿qué más se puede pedir?, ¿la marcha atrás?, sí, para el año 2004, mientras podéis disfrutar de esta pequeña maravilla de la cual es posible que os falte algo de información técnica que podéis consultar en esta misma sección, en la prueba que se le hizo a su hermano gemelo de 2 tiempos, el Wild 300.

Nos ha gustado:
• Relación calidad, equipamiento y precio muy buenos.
• Frenos.
• Respuesta de motor.
• Todos los accesorios de serie.
• Depósito, clausor y sillín con llave.

A mejorar:
• Unificar las dos llaves en una única para todo (clausor, sillín y depósito de gasolina)
• La caja del filtro debería estar protegida.
• Ausencia de marcha atrás.

Y no puedo despedirme sin dar las gracias por su colaboración a Regina y Tomás en esta prueba por la experiencia aportada y por sus consejos.

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