En un geriátrico de ambos sexos, un viejito le sugiere a una viejita, que cuando estén en la piscina le agarre el pene. La viejita se disgusta, lo llama viejo verde, sinvergüenza, etc., pero al final accede.
Durante quince días estuvieron yéndose a un rincón de la piscina, alejados de los demás viejitos, y mientras conversaban, la viejita por debajo del agua. Le agarraba el pene a su compañero.
A la siguiente semana la viejita se sorprende al ver a su viejo con otra viejita, y cuando tiene la oportunidad de pregunta:
– Mira viejo sinvergüenza. ¿Que tiene esa otra vieja que no tenga yo?
Y el viejo le contesta: ella, tiene Parkinson 😆 😆 😆