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Alertan sobre la proliferación de motos y quads que transitan por el monte "sin control"

Montañeros y ecologistas, inquietos ante la presencia de vehículos en espacios verdes
La Diputación espera que la nueva Ley de Montes otorgará más poder a los guardas forestales para sancionar a infractores

Un grupo de motoristas con sus quads reinicia su marcha tras repostar en una gasolinera.Foto: patxi cascante
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donostia. Sábado por la mañana en un monte cualquiera, en Gipuzkoa. Media docena de montañeros caminan apaciblemente por un sendero que atraviesa un bosque de hayas cuando, a lo lejos, escuchan el estremecedor ruido de unos motores. Son tres quads. No pasa mucho tiempo antes de que lleguen a la altura de los senderistas, que a duras penas se apartan del camino para observar el paso de estas veloces motos de cuatro ruedas.

Esta estampa en la que, seguramente, se verán reflejados muchos excursionistas y aficionados a la montaña, es cada vez más frecuente en el medio rural guipuzcoano, igual que en el resto del País Vasco. Las asociaciones de montaña y los grupos ecologistas asisten con preocupación a la proliferación de vehículos motorizados que, según alertan, transitan por sendas rurales "sin respeto y "sin control".

Al tránsito de las clásicas motos de montaña parece habérseles sumado ahora el de los vehículos motorizados de cuatro ruedas, también conocidos como ATVs o quads. "Hubo un tiempo en el que se veían muchas motos por el monte, aunque, más tarde, esa presencia disminuyó. Ahora parece que su aparición repunta de nuevo con los estos vehículos". Joan Mari Beldarrain, miembro del grupo ecologista Eguzki, realiza esta reflexión "partiendo de una percepción personal". En su opinión, este incremento también se da en el campo de los coches todoterreno y va unido a la "apertura de nuevas pistas forestales".

Luis Murguía, responsable de movilidad de Real Automóvil Club Vasco Navarro, confirma la sensación transmitida por Beldarrain al afirmar que los quads están "de moda". Según informa, la ley establece que "ningún vehículo motorizado puede transitar por un camino rural de menos de cuatro metros". Sin embargo, todo hace indicar que la norma no se cumple. Murguía indica que, en los alrededores de Bera, en Navarra, incluso se han organizado redadas para frenar la inapropiada utilización de ATVs.

en pagoeta La normativa vigente también prohíbe el paso de vehículos por vías pecuarias "de carácter agrícola y aquellas otras que revistan interés ecológico y cultural", por lo que los parques naturales son terreno vedado para los aficionados al motor. En este ámbito, los responsables de la Diputación de Gipuzkoa prevén que el mayor poder sancionador que la nueva Ley de Montes -aprobado hace casi dos meses- otorgará a los guardas forestales "mayor autoridad" a la hora de controlar el tránsito de motos y quads por espacios protegidos.

"Desde luego que utilizan caminos y pistas más estrechos. Suelen andar sin control. Yo me he encontrado algunas motos en el parque de Pagoeta, por ejemplo", comenta Joan Mari Beldarrain. En cuanto a las afecciones medio ambientales que crean estos vehículos, el ecologista menciona los "gases desagradables" que emanan, la "erosión" -mueven mucha tierra- y la "contaminación acústica" que puede ser perjudicial para la fauna.

"En la medida que aumenta el número de ruedas, incrementa el perjuicio que causan en la naturaleza. También crean cierta sensación de peligro en los caminantes. Haría falta más vigilancia", añade.

"Hace algunos años, antes de que vinieran los ATVs, ya comenzamos a protestar por la presencia de motos en nuestras montañas", afirma Antton Burcio, director técnico de la Federación Vasca de Montaña. De hecho, la comunidad mendizale es otro de los colectivos más preocupados ante la proliferación de vehículos motorizados. Burcio, quien tiene noticias de que ha habido "broncas" entre senderistas y motoristas, constata que la "llegada de los quads" ha traído un incremento de las protestas por parte de sociedades de montañeros.

Según relata, "no suele ser lo general" que los motoristas aminoren su velocidad al encontrarse en el camino con un grupo de montañeros. "Los que tienen que parar son ellos", advierte Burcio. "Andan sin respeto y sin control. Se hacen normas, se crean enclaves protegidos, pero luego no se cumple la legislación. Desde la Federación pedimos que se cumplan las normativas existentes al respecto. El monte no tiene que ser exclusivamente para los aficionados a la montaña y a la naturaleza, pero sí dentro de unos límites", sentencia.